Brasil y Arabia saudita están siendo presionados. Desesperadamente, están tratando de desmantelar la nueva plataforma mundial multipolar. Los intereses de Brasil se ponen en disputa a su competidor Venezuela. El país saudí es mirado con desconfianza por el imperialismo del norte. Si algo está claro, es un pequeño retroceso en el nuevo orden, (siendo factible) el destino final. Las pruebas de ensayos con armas termonucleares hacen a la lógica de la defensa de dicho nuevo modelo a implantar. Acuerdos por consenso y armas para defender dichos acuerdos. El oso siberiano, el elefante hindú, el león africano y el péndulo brasilero, aran un cambio cualitativo del nuevo orden mundial. Si bien no nombramos a la Argentina esperando el tren, el cual tendrá que tomar, a regañadientes de la interna nacional y a Turquía, estos remplazos políticos son tomados por Brasil en su política nueva pendular. La presión interna y externa en Brasil se desarrolla en todos los ámbitos reaccionarios. La esperanza de Lula, esperemos que no sea tan solo de sobrevivencia política. El síndrome de Caracas ataca a todos los países que buscan más estado nacional fuerte. R.B
Brasil y Arabia saudita están siendo presionados. Desesperadamente, están tratando de desmantelar la nueva plataforma mundial multipolar. Los intereses de Brasil se ponen en disputa a su competidor Venezuela. El país saudí es mirado con desconfianza por el imperialismo del norte. Si algo está claro, es un pequeño retroceso en el nuevo orden, (siendo factible) el destino final. Las pruebas de ensayos con armas termonucleares hacen a la lógica de la defensa de dicho nuevo modelo a implantar. Acuerdos por consenso y armas para defender dichos acuerdos. El oso siberiano, el elefante hindú, el león africano y el péndulo brasilero, aran un cambio cualitativo del nuevo orden mundial. Si bien no nombramos a la Argentina esperando el tren, el cual tendrá que tomar, a regañadientes de la interna nacional y a Turquía, estos remplazos políticos son tomados por Brasil en su política nueva pendular. La presión interna y externa en Brasil se desarrolla en todos los ámbitos reaccionarios. La esperanza de Lula, esperemos que no sea tan solo de sobrevivencia política. El síndrome de Caracas ataca a todos los países que buscan más estado nacional fuerte. R.B
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